And it'll be always stuck in your mind.

Toda esa gente que ven ahi fue denominada «Contingente», y hay que admitir que algo de soldados, con eso de hacer todo a horario, teníamos. Con ese grupo pasé diez días excelentes. Como en todo viaje, hubo cosas malas (de hecho, creo que el primer día fue para el olvido para unos cuantos), pero en resumen sólo puedo decir que la pasé GENIAL, y sé que es quedarme corta. Hubo risas y llantos, peleas y reconciliaciones, poco sueño y mucha joda, mateadas a la madrugada, charlas a cualquier hora, tragos locos y el contrabando de alcohol de la mano de los misioneros, charlas y comentarios desubicados de lo que fue bautizado por alguien como el trío, gente buena onda del hotel, quilombos y cagadas las 24 horas del día y demasiadas cosas que no se me vienen a la cabeza. Se van a extrañar las frases para entendidos al estilo de «Frotá el ekeko y pedí tres deseos», «no agités, no agités», «toda la merca», «dale, conchuda», «a nosotras nos gustan las cosas grandes», «mame, ¿de qué te disfrazaste?», «dejá de coparme la habitación de chapulines», «boluuuuda, hay que terminar la monografía», o esas cosas que cantábamos por los pasillos, al estilo de «todos con el culo en la pared, llegó juliaana» JAJA. Por Dios, gracias a las chicas de «lo que pasa en la cuatro, queda en la cuatro» por compartir la habitación del pueblo conmigo. Gracias a los chicos del French por esas lágrimas y esas risas que compartimos como cierre de una etapa que vivimos juntos. Gracias al Contingente por la buena onda que le pusieron, como también a Nahui y al Tano que se portaron de diez con nosotros. No tengo más que decir que de Bariloche 2009 no me olvido nunca, nunca más.
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Bariloche botoooon, Bariloche botooon, te pasaste volando la puta madre que te parioo ♪